¡NO TE LO PIERDAS! Lance Armstrong y la decepción del ciclismo
El ciclista de 46 años, pasó de ser el mayor ejemplo y fenómeno del ciclismo mundial, a convertirse en el más grande fraude a nivel deportivo de todos los tiempos. A pesar de que a lo largo de su carrera realizó increíbles hazañas, todas estas se vieron empañadas tras descubrirse que se dopó en infinidad de ocasiones, perjudicando no solo al deporte, sino a la humanidad, pues un atleta de su nivel, fue, en su momento, la materialización de las más grandes épicas.
Para 1996 el nombre de Lance Armstrong ya era conocido en el mundo del ciclismo, tras haber ganado importantes competiciones, como, por ejemplo, la Clásica de San Sebastián en 1995, sin embargo, debió enfrentarse a la que el mismo describiría como la batalla más difícil de su vida, superar un cáncer testicular que le fue diagnosticado, y que lo obligó a retirarse de manera momentánea de la disciplina deportiva para poder curarse, como en efecto logró hacer.
En 1999, tras haber superado su duro padecimiento de salud, logró alcanzar el Tour de Francia, lo que lo catapultaría a la fama mundial, y a convertirse en eso que todos los niños querían ser, siendo la muestra de que era posible superar una enfermedad como esta y luego volver a la cima del ciclismo.
Pero la mayoría de sus resultados obtenidos, incluidas las 7 victorias en el Tour de Francia quedarían en la nada, tras poder descubrirse que se había dopado en reiteradas ocasiones. Lo más curioso del caso fue que logrará evitar por tanto tiempo ser descubierto, y eso se debió a la ayuda de doctores, información privilegiada y a evadir controles antidopajes cuando le era posible, entre otros factores.
Si bien el atleta pidió disculpas públicamente por lo que hizo, será imposible borrar de la memoria de muchos esta terrible situación, no es fácil saber que cada palabra que se dijo estuvo enmarcada en una mentira que termino siendo de talla mundial.
En la actualidad, Armstrong hace algunas apariciones públicas, pero ya no cuenta con la credibilidad para que su esfuerzo sea tomado en cuenta, aun cuando él lo quiera. Esto debe servir como ejemplo a todos los atletas, al final todo siempre sale a la luz.
Por César Urbano Taylor
